jueves, 2 de febrero de 2012

Posesiones

Son numerosas las culturas religiosas que usan el término posesión para indicar la presencia de una entidad de naturaleza sobrenatural dentro de un ser humano. Esa entidad tiende a ser, en la mayoría de los casos, un demonio que toma el mando del cuerpo y lo usa a placer. Tanto la antropología, como la teología y la psicología distinguen varias clasificaciones para los diferentes tipos de posesiones. 

Nosotros hemos pretendido, con este blog, arrojar algo de luz sobre este fenómeno consultando a profesionales de la salud,  a religiosos e investigando los diversos casos de posesiones y exorcismos que se han dado a lo largo de la historia. 

El escepticismo en torno al tema era absoluto y el desconocimiento, más allá del visionado de alguna película de terror, también. Hay muchos mitos, medias verdades, silencios y supersticiones en torno a las posesiones demoníacas, los exorcismo y los exorcistas. Con este trabajo hemos querido levantar ese velo que nublaba nuestra plena percepción del tema para poder comprender, asimilar y opinar a cerca de este complejo fenómeno. 

Esperamos que esta información les sirva de ayuda, y que disfruten tanto con su lectura como nosotros disfrutamos elaborándola. 

Organigrama

Los componentes de este grupo de trabajo y sus funciones en la realización del blog: 

- Rebeca Sánchez Andrade
  • Coordinadora del grupo
  • Diseño del blog
  • Edición de textos
  • Gestión de redes sociales
- Néstor Veiga Amorín y Matilde Vázquez Peón
  • Entrevista al padre José Luis Portela
- Gutier Salgado Fernández y Astrid Seijas Rodriguez
  • Edición y montaje de la entrevista al padre José Luis Portela
- Marcos Fernández Lema y Agueda Rodríguez-Volta Corrochano 
  • Redactores
- Javier Salgado
  • Sección Ocio Siniestro
- Alberto Román y Daniel Santalla Santalla Silva 
  • Sección Casos Reales de Exorcismos 
- Ramón Nogueira y Iván Varela Cernadas 
  • Entrevistas al psicólogo Antonio Olives Alonso y Abel Varela Cernadas 
  • Edición y montaje de las entrevista

Entrevista a José Luis Portela

El padre José Luis Portela Trigo es canónigo fabriquero de la catedral de Tui, rector del santuario de San Campio y párroco de Estás, Figueiró y Forcadela. También es uno de los dos exorcistas gallegos. Dos de nuestros colaboradores se desplazaron hasta la pequeña parroquia de San Campio para entrevistarlo.

P: ¿Como definiría usted los exorcismos?

R:  El exorcismo es una oración para expulsar al demonio de una persona, local o casa, ejercida por una población autorizada por la iglesia. 

P: ¿Cómo puede una persona quedar poseída por el demonio?

R: Una persona puede estar poseída por varios motivos. Una persona puede estar poseída por el demonio por consagración, una persona puede consagrar su hijo al demonio. También se puede estar poseído cuando una persona hace un pacto con el demonio, imaginemos dos personas que están casadas, y yo os tengo odio, entonces yo hago un pacto con el demonio, si rompes este matrimonio yo te rindo mi voto. Puede una persona quedar poseída por el demonio por participación en algún rito satánico, como por ejemplo el juego de la ahuíja, la gente no sabía que la ahuíja es una invocación expresa al demonio. Y cuarto, puede quedar una persona poseída por el demonio por maleficio, por ejemplo yo hago un rito satánico, rindo culto al demonio, para hacer daño a una persona, entonces yo estoy causando un influyo satánico a esa persona, por lo que cualquiera de nosotros puede ser víctima del diablo.


P: Usted hablaba de bendiciones, no de exorcismos, ¿qué es lo que separa a las bendiciones de los exorcismos? 


R: Al santuario acude gente con toda clase de problemas, problemas de posesión diabólica y problemas que no son de posesión diabólica, porque la gente que acude al santuario no toda viene con problemas de posesión. La gente viene buscando su ayuda. Hay personas que acuden buscando la bendición de Dios porque no tienen trabajo, por una enfermedad, etc., entonces vienen a un santuario buscando la bendición. El ritual tiene oraciones distintas para enfermos o para personas con otros problemas. Pero a veces se da el caso de que esa gente que acude al santuario en busca de la bendición tiene un problema que, digamos, que no es normal, por ejemplo, que en una familia se suceden una serie de desgracias que se encadenan, la muerte de una persona, en otro caso accidentes, en otro muerte de animales, etc. entonces hay una cadena que nos hace sospechar de que pueda haber un influjo satánico. Porque la gente que acude al santuario no toda vienen con problemas de posesión diabólica, la gente viene buscando su ayuda

P: ¿Cuál es el método que más utiliza usted durante las bendiciones?

R: Siempre es el mismo ritual, primero la oración, le doy el crucifijo en la mano, le pongo la estora, oración de nuevo y finalmente se rocía con el agua bendita. 



P: ¿Puede que la sociedad en la que vivimos sea más propicia para caer en el pecado del diablo?


R: Hoy vemos que nuestros templos están prácticamente vacios, la gente ha dado la espalda a Dios. Hace 20 o 30 años la gente se manifestaba mas religiosa, esto se ha perdido. Entonces si la persona no tiene una protección que se la da la vida espiritual esa persona es campo propicio para un influjo satánico. Dice S. Pedro que el demonio está buscando el momento oportuno para poder entrar en nuestra alma. Entonces dada la irreligiosidad en la que vivimos e demonio tiene un campo favorable. También puede que creamos en dioses inventados, y cuando no creemos en el verdadero Dios nos adentramos en un camino indirecto hacia el demonio.


P:  ¿Entonces practica más exorcismos?


R:  Por supuesto que si, hace 20 años había más ignorancia que hay hoy, entonces a veces hechos que la gente podía pensar que eran influjo satánico no lo eran. Pero la gente con esa ignorancia no rendía culto al demonio, y hoy que tenemos menos ignorancia la gente rinde más culto al demonio. 


P: ¿Por qué cree que la gente que hace ritos satánicos cada vez más?


R: Si la gente se aparta de Dios tiene que buscar un ser al que rendir culto. Lo más frecuente es rendir culto al demonio para pedir un daño a una persona. Hoy la mayoría de la gente lleva colgantes que tienen distintivos satánicos y no se dan cuenta 

P:  ¿Con qué frecuencia suele practicar exorcismo?

R: Depende. Depende de la de la diócesis porque hay sitios donde recurre más gente con casos de maleficios y de presuntas posesiones diabólicas. Hay la zona como la del corpiño donde hay muchos casos y donde desde siempre se practicaron exorcismos y son remitidos muchos casos desde allí. No se puede hablar de cifras ni frecuencias porque a veces pasas mucho tiempo sin realizarlos y otras que los practicas a diario. 

P:¿Cuando hace los exorcismos usted siente miedo?

R. No, si tuviese miedo me tendría que retirar porque eso es lo que querría el demonio. Pero estas prácticas tienen su riego..Sí pero yo voy siempre con fuerza y autoridad mandando yo siempre sobre el demonio. Yo para asegurarme de que no me puedan hacer daño siento a las personas en una silla, actuando siempre delante de un familiar, le abro las piernas, pongo mis rodillas entre ellas y le agarro el hombro de formas que la persona es incapaz de moverse dominando a la persona en todo momento. Además, si hay que entablar batalla, le llego a coger de los pelos. 




P:¿Conoce algún caso en el que el demonio haya pasado de la persona que se estaba exorcizando al exorcista? 

R: En el caso de la película el exorcista hay dos sacerdotes uno que hace oración joven y otro que no hace oración y a este lo lanza por la ventana. Eso es posible.

P: ¿Alguno de los casos que usted ha tratado a llegado a tener el tipo de síntomas que tenías la niña del exorcista?

R: Sí por supuesto. Saltos, gritos insultos de todo tipo. 

P: ¿Alguna vez pasó el demonio de la persona poseída al familiar?

R: No tengo conocimiento de algún caso que así pasara. 

P: ¿Suelen estar presentes los familiares durante el exorcismo?

R: Yo nunca actúo solo porque el demonio es un traidor. Hay un familiar siempre al lado de la persona que actúa como testigo y como ayudante por si hace falta sujetar a la víctima.

P:¿Qué opina usted respecto a los fraudes de posesiones que son sobre un 80% de los casos? 

R: Yo tengo una experiencia muy grande de lo que son problemas psiquiátricos. En Santiago de Compostela en la calle Santiago Huayaquil a Don Manuel Arrojo Lois yo le he llevado muchas personas que piensan que están poseídas. Un psiquiátra no puede curar a un poseído pero un sacerdote con licencia si puede curar un problema psiquiátrico recibiendo asesoría de los mismos psiquiátras.

P:  ¿Existe algún tipo de sanción para la gente que se hace pasar por poseída? 

R: De momento no he tenido ningún caso y de haberlo tenido me hubiera dado cuenta porque cuando una persona está poseída se ve por la forma de reaccionar por el ejemplo el rechazo de la cruz o del agua bendita que les “quema”.




P: ¿De las personas que usted trató hubo alguna que no llegase a curarse?¿ ¿qué pasó con estas personas? 

R: Si, un caso fue el de una persona de fuera de la diócesis. Fui sobre unas 40 o 50 veces para solucionar un problema, pero no se solucionó, porque para que se solucionen los problemas hacen falta unas condiciones. En ese caso se trataba de un chico que se iba casar, y la madre no quería que su hijo se casase con una mujer en concreto. De ese matrimonio nació un niño, ese matrimonio vivió junto dos años y luego rompió. Quien rompió el matrimonio fue la madre de ese chico mediante maleficios. Luego el niño se marchó con su madre y la abuela por hacer daño a su nuera hace ritos satánicos al nieto. Cuando yo iba, el chico tenia sobre 25 años, yo le practicaba el exorcismo mayor pero él no se inmutaba. Cuando una persona esta poseída se resiste a entrar en el templo, no admite al sacerdote, empieza a orar en lenguas extrañas la persona arremete contra el sacerdote pero ese chico no se inmutaba. Cuando yo me marcho es cuando empieza a dar gritos alaridos, saltos. En mi presencia no se manifestaba el demonio, estaba oculto. Entonces la madre me dijo: “usted no reza con la fuerza con la que tiene que rezar, usted tiene que hacer esto, y esto……” yo hago el esfuerzo y la madre no colabora mentalmente, no hace lo que tiene que hacer para ayudar a su hijo. Entonces le dije que tenía que recurrir a su obispado para que le solucionasen el caso por el arzobispo de Santiago. Este chico vino a este santuario dos semanas para curarle, y no se soluciono porque la madre incluso psicológicamente no ayudaba. Entendemos que los exorcismos son prácticas realizadas por ustedes, sacerdotes autorizados para ello, que consisten en una especie de conjuro para intentar expulsar el demonio de la persona que se cree que está poseída.



El padre Portela en los medios de comunicación




lunes, 30 de enero de 2012

Casos reales de exorcismos II

Para el siguiente caso tenemos que trasladarnos a la ciudad de Granada, en el barrio de Albaicín donde se produjo uno de los casos másmacabros que hemos encontrado. La poseída se llamaba Encarnación Guardia Moreno y los sucesos se produjeron el 1 de febrero de 1990. 


Debido a la insistencia de una tía suya Encarnación acude a una sesión espiritista con el curandero Mariano Vallejo “El pastelero”, que aseguraba como los demonios realmente intentaban apoderarse de su cuerpo, debido a ello la mujer empezó a darle vueltas al tema hasta el punto de notar algo ajeno en su interior , así la mujer decidió con el apoyo de dos de sus primas retomar las sesiones con “el pastelero”. Al día siguiente una de sus hermanas al ver que Encarnación no volvía a casa decidió ir en su busca junto al curandero, que le dijo que no era posible interrumpir la sesión, finalmente fue con su padre y se encontraron el cuerpo de Encarnación sobre el suelo desnudo y amoratado. La muchacha fue llevada rápidamente al hospital, donde se declaró su muerte, a partir de ello comienza una investigación policial que determino el macabro ritual que se le llevó a cabo donde la víctima fue obligada a beber una disolución de 250 gr de sal en agua, bicarbonato y aceite, que le produjo un estado de coma; además “el pastelero” le propinó una brutal paliza.


La ceremonia finalizó con la "expulsión del demonio" con ayuda de los familiares. Le destrozaron el recto con una barra de hierro y desgarraron con sus manos la vagina de la "poseída" para extraerle los intestinos, según ellos, para "desprender del interior de su cuerpo el engendro de satanás" lo que tuvo como resultado su fallecimiento. El juicio por su muerte tuvo lugar el 15 de enero de 1992, donde los acusados: “el pastelero” y sus primas reconocieron parte de los hechos. Fueron condenados a cinco años de prisión por sus actos.




Seguimos en España para hablarles de uno de los exorcismos más famosos e impactantes de los últimos tiempos. Se trata del exorcismo de Marta, que ha sido llevado a cabo por el Padre Fortea, un sacerdote reconocido por el Vaticano como exorcista, que en el momento del exorcismo estaba al frente de una parroquia de la Diócesis de Alcalá de Henares. El padre Fortea ha dedicado en su libro “Summa Daemoniaca” un capítulo a este aterrador caso posesión. 


La historia de Marta (nombre ficticio de la joven) comienza en 2001. La joven ingresa en el hospital aquejada de una extraña enfermedad que la tiene al borde de la muerte durante varios días. La madre de la chica, María, mujer muy creyente, se pasa horas rezando a su lado para que su hija no se muriera .Marta se pone bien y vuelve a casa. Pero lejos de restablecerse la normalidad, en el hogar comienzan a suceder multitud de fenómenos extraños.Una noche, madre e hija estaban en el salón viendo la televisión cuando al parecer María vio a la niña elevarse en su butaca a un metro del suelo mientras mantenía los ojos en blanco. Marta supuestamente levitaba. A partir de este momento, a la madre no le quedó la menor duda de que su hija estaba poseída por el demonio y empezó a buscar ayuda desesperadamente, pero ni médicos ni sacerdotes quisieron hacerse cargo del problema.


El tiempo pasaba y Marta estaba cada vez peor. Cuando la madre rezaba, Marta se comportaba de manera hostil hacia ella, insultándola con una extraña voz, e incluso llegando a agredirla. A parte en la casa sucedían cada vez fenómenos más extraños. Muebles que se movían, objetos que se caían al suelo sin motivo aparente etc. 




Un día, María vio por la tele una entrevista en la que el Padre Fortea hablaba de temas demoníacos con total naturalidad y entonces, se puso en contacto con él para tratar de solucionar de una vez por todas, los problemas de su hija. Cuando Fortea escuchó lo que le pasaba a la niña, no tuvo la menor duda de que esta estaba poseída por el demonio. Semanas más tarde comenzaron las llamadas sesiones de oración, en las que Fortea trató a Marta para liberarla de los demonios que “habitaban” en su cuerpo. Lo que al principio le pareció al sacerdote un caso fácil, se prolongó durante varios años, en los que Marta acudía periódicamente a sesiones de exorcismo con el padre Fortea. Al parecer, en cada sesión eran expulsados varios demonios, pero entraban otros. El exorcista no conseguía dar una respuesta a esto. Según cuenta en “SummaDaemoniaca”, un chico que iba en clase de Marta y la deseaba, podría ser la causas de estos hechos. Este, al parecer seguía conductas satánicas e invocaba a espíritus malignos para torturarla ya que no conseguía poseerla. 


Pasaron semanas y meses, y paulatinamente los demonios fueron saliendo del cuerpo e la joven. Todos menos uno. Fortea cuenta que Zabulón seguía en el interior de Marta. Parece ser que es uno de los demonios más fuertes, o como el dice “uno de los peces gordos del infierno, de los que cuesta mucho sacar.” Todo se estaba alargando demasiado para el sacerdote. Hasta que en una de las sesiones, hablando con el demonio, este le dijo “Quiero salir” Fortea no entendía nada. El maligno quería salir, pero no salía. Siguió haciendo preguntas, y aún fue mayor su desconcierto cuando al preguntar porqué no salía, el demonio le respondió: “Dios no me deja”. En “Summa Daemoniaca” el exorcista relata su confusión y desconcierto ante esta situación. Cuenta como llevó a Marta al frente del sagrario para intentar ejercer en ese lugar una mayor presión sobre el diablo, y obtener una respuesta. Esto le dio resultado. Fortea ordenó en nombre de Jesús al diablo que le dijera por qué Dios no le dejaba salir. El demonio musitó cuatro sencillas palabras: "Para que se conciencien". De pronto todo tenía sentido. El demonio estaba sufriendo desde hacía meses, él quería salir. Pero Dios no le dejaba salir todavía porque estaba usando este caso para comenzar un proceso para concienciar a la gente. Para que la gente se concienciase de que el demonio existía, de que existían en el siglo XXI las posesiones y que la Iglesia tenía el poder de exorcizar.



Desde entonces el padre Fortea ha invitado a las sesiones de exorcismo a profesionales, periodistas y psiquiatras, para que dieran testimonio de la existencia de Satanás. Un grupo de reporteros de “ El Mundo TV” ha hecho una grabación de lo que sucede en una de las sesiones de exorcismo realizadas a marta en los bajos del templo madrileño. Las imágenes son aterradoras.

domingo, 29 de enero de 2012

Ocio Siniestro - Película


Hoy abordaremos la inquietante historia de una joven universitaria que aseguraba haber sido poseída por Lucifer. Hoy veremos El exorcismo de Emlily Rose.

TITULO: El exorcismo de Emily Rose
AÑO: 2005   
DURACIÓN: 114 min.    
PAÍS: EE.UU    
DIRECTOR: Scott Derrickson   
GUIÓN: Scott Derrickson & Paul Harris Boardman   
MÚSICA: Christopher Young   
FOTOGRAFÍA: Tom Stern   
REPARTO: Laura Linney, Tom Wilkinson, Colm Feore, Jennifer Carpenter, Campbell Scott, Shohreh Aghdashloo, Mary Beth Hurt, JR Bourne, Joshua Close, Kenneth Welsh, Henry Czerny, Duncan Fraser   
PRODUCTORA: Sony Pictures  
SINOPSIS: Basada en los hechos reales vividos por Annalisse Michel , El exorcismo de Emily Rose nos cuenta la historia de Emily, una chica de 19 años que un día, estando en su universidad, de la noche a la mañana comienza a sufrir alucinaciones terroríficas y a comportarse de forma extraña, alegando sufrir una posesión demoníaca. Emily, cristiana devota, pide al cura de su comunidad, el padre Richard Moore, que le realice un exorcismo al persistir y aumentar la frecuencia de sus alucinaciones. Tras la realización del exorcismo, Emily muere. El exorcista que llevó a cabo el aterrador ritual es acusado de homicidio por negligencia. Para su defensa el clérigo contrata a la excelente abogada defensora Erin Bruner, quien acepta de mala gana. Durante el juicio, la abogada deja atrás su cinismo y su ateísmo debido a la gran fe y convicción del padre Moore y a los aterradores y espeluznantes hechos que rodean el inexplicable caso.



OPINIÓN PERSONAL: Una espeluznante historia sobre exorcismos y posesiones demoníacas en la que se mezcla el terror en su máximo exponente con el film de carácter judicial. Ofrece un punto de vista religioso en contraposición contra la visión científica de los fenómenos conocidos como posesiones demoníacas. Una interesante e intrigante película para los amantes del terror sobrenatural y los fenómenos paranormales que ,desde  un punto de vista inteligente, nos cuenta la desconcertante historia de una chica normal absorbida por las tinieblas.

Casos reales de exorcismos


Los hechos que inspiraron la película de El Exorcista ocurrieron en realidad en Mount Rainier (Maryland), a mediados del siglo XX y no fue a una niña, sino a un joven de 14 llamado Robbie. Como cualquier niño vivía tranquilamente con su familia, le gustaba llevar a cabo sesiones de Ouija con su tía, médium, para comunicarse con los espíritus. El 15 de enero de 1949 dan comienzo los sucesos paranormales, se oyen ruidos, pasos. Unos días más tarde la tía de Robbie muere inesperadamente. Aquí es donde comienza el tormento del pobre Robbie y las sesiones de exorcismos interminables a cargo del padre Hughes, el cual sufriría multitud de agresiones por parte del poseído. Se manifestaban los mismos síntomas que vienen recogidos en la película: cortes por el cuerpo en los que se podían leer palabras (como sábado, odio), el joven escupía en la cara a los presentes, les incitaba, se mofaba de ellos aludiendo a relaciones sexuales entre curas y monjas y toda clase de endemoniadas que se pueda imaginar, hasta que finalmente es encerrado en una residencia mental, en donde se le realiza un último exorcismo donde el poseído incitaba sexualmente a los sacerdotes, hablaría en latín (lengua que desconocía completamente) y según los asistentes habría adoptado una apariencia siniestra y u aspecto físico demoníaco. Tras horas de lucha contra el demonio de su interior, el joven Robbie puso fin a su posesión con un: “¡se ha ido!”


Al igual que el anterior suceso, el caso que a continuación le contaremos también inspiraron a una película, es el caso de Anneliese Michel nacida en Baviera (Alemania) un 21 de septiembre de 1952, aunque seguramente les suene más el nombre de Emily Rose, nombre que recibía la niña en la adaptación cinematográfica de la historia. Como en la mayoría de posesiones, la niña llevaba una vida no fuera de lo común, hasta que un día de 1968 empezó a notar temblores y sentir como no era dueña de las acciones de su cuerpo. Ante los alarmantes hechos fue llevaba a un neurólogo que le diagnosticó epilepsia. Fue en otoño de 1970 cuando Anneliese comenzó a ver imágenes diabólicas en su cabeza cuando rezaba, así como escuchar voces que parecían provenir del mismo averno. 

Fue hacia el verano de 1973 cuando sus padres comenzaron a solicitar servicios de diferentes pastores pastores para llevar a cabo el exorcismos, sus solicitudes no fueron aceptadas porque entre los síntomas de la niña no se podían encontrar hechos paranormales como voces en lenguas desconocidas, ni tenía conductas sobrenaturales. Aunque lo cierto era que Annaliesse dormía sobre el suelo de piedra, comía insectos y bebía su propia orina, además de romper crucifijos y auto mutilarse. Por fin en 1975 le fue practicado el gran exorcismo, que se alargó en sesiones de dos exorcismos semanales hasta julio del año siguiente, sin embargo la joven no se daba desprendido de los ataques que estaban acabando con ella, hasta el último día del rito -que fue el 30 de junio de 1976- donde la niña se encontraba en un estado deplorable (con fiebres, neumonía y extrema delgadez) para finalmente fallecer el día siguiente mientras su madre la filmaba.



¿Cuál es la posición de la Iglesia con respecto a los exorcismos?



La Iglesia reconoce los exorcismos, y los considera potestad suya, pues el propio Cristo ya los practicó. En cambio, llama a la prudencia y establece unos procedimientos bastante estrictos para practicarlos. Esto pretende evitar la confusión de una posesión diabólica y una enfermedad psicológica, para la que reserva la curación a la ciencia. 

Ésta es la definición que el Catecismo de la Iglesia Católica da para el término exorcismo:

Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cf. Mc 1:25s), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar. (cf. Mc 3:15; 6:7.13; 16:17)

Además, precisa lo siguiente:

En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia


Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad. (cf. CIC can. 1172).
  
Así, la doctrina de la Iglesia diferencia entre dos tipos de exorcismos:

-El exorcismo simple, que se reza en el rito del Bautismo  -consistiría en sacar el demonio que llevamos dentro por culpa del pecado original de nuestros primeros padres.

-El exorcismo solemne, que es un sacramental impartido por un sacerdote con el permiso de su correspondiente obispo. El obispo da permiso al sacerdote para cada caso o puede, con el permiso de la Santa Sede, formalmente otorgar a un sacerdote el oficio de exorcista. En ese caso el sacerdote está facultado para exorcizar y no necesita un permiso particular para cada caso. Correspondería a este tipo, por lo tanto, lo que comúnmente entendemos por exorcismo.


Sin embargo, hay voces discrepantes, como la del Padre Amorth, exorcista de Roma, que considera que los exorcismos deberían –como poderes generales basados en la fe y en la oración- poder ser ejercidos por los individuos o comunidades sin ninguna autorización. Estaríamos, en este caso, hablando de “plegarias de liberación”, más que de exorcismos propiamente dichos.

En algunos lugares hay laicos ejerciendo estas plegarias, lo cual no es aceptado por la Iglesia, que solo les reserva estas funciones a los sacerdotes. Lo que sí está permitido es realizar oraciones privadas por el alma de alguien que se considere que está poseído.

En cualquier caso, y tal y como se dijo antes, la Iglesia pretende ser muy prudente con la práctica de exorcismos, y aboga por no dar pábulo a exageraciones y supersticiones. Así se expresa a este respecto el padre Gramolazzo:

Actualmente muchos viven una fe supersticiosa o de superstición y muchos tienden a no hacerse responsables, no saben afrontar el sufrimiento y atribuyen todo trastorno físico o espiritual a la acción del demonio. Pero frecuentemente el remedio es una verdadera y sincera confesión. Cuando en cambio se percibe aversión a lo sagrado, enfermedades desconocidas o incluso síntomas difíciles de identificar, es posible que sea necesario el exorcismo. La presencia demoníaca de cualquier forma hay que diagnosticarla en cada caso. En cambio debería haber más dedicación a la ascesis, a la oración, a la penitencia. La mentalidad popular ha exagerado los poderes de Satanás, que son los de un ángel común.

Esta prudencia no significa que la Iglesia no le otorgue a los exorcismos una gran importancia. De hecho, y tras tres siglos en los que este tipo de prácticas estuvieron un tanto abandonadas, han sido muy valoradas y recuperadas por Juan Pablo II, predecesor del actual Papa Benedicto XVI, que también jugo un papel importante en este tema a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Así, en 1999 se actualizó el libro que, de alguna manera, sirve de “manual” para la práctica de dichos sacramentales, y el propio Papa reconoció haber realizado un par de exorcismos durante su pontificado. En cualquier caso, estos cambios en el rito se limitan a cuestiones semánticas, pero, en lo sustantivo, siguen siendo fieles a su esencia medieval.

Asimismo, en este nuevo “manual” la propia Iglesia establece unos criterios -como se ha dicho bastante estrictos, aunque evidentemente interpretables- para discernir si existe o no posesión diabólica. Así, una persona se considera que está poseída si se manifiestan algunos de estos síntomas:

-Aversión vehemente hacia Dios, la Virgen, los Santos, la cruz y las imágenes sagradas.
-Hablar con muchas palabras de lenguas desconocidas o entenderlas.
-Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
-Demostrar más fuerzas de lo normal.

Como es lógico, los tres últimos se derivan del primero, y, aunque extraños, por sí solos no significaría que estuviésemos ante un caso de posesión diabólica.